W.FAULKNER
LA
GENERACIÓN PERDIDA
Se
denomina así al grupo de escritores
estadounidenses a los que el
desencanto llevó
a establecerse principalmente en París durante
las décadas de 1920 y 1930. El término
procede de la escritora
Gertrude Stein que
acuñó el término para referirse a Ernest
Hemingway y otros estadounidenses
expatriados. Aunque Hemingway se
arrepintió
de haber usado el término en Fiesta (1926) y
Gertrude
Stein negó haberlo creado, la
etiqueta quedó para referirse a los
escritores
estadounidenses que emigraron a París
huyendo de la
prohibición del consumo de
alcohol en Estados Unidos y en busca de
una
vida bohemia.
En
cualquier caso el nombre sugiere
alienación, inseguridad, vacío y
conciencia de
generación en una época de grandes cambios
y crisis
morales e ideológicas.
Entre
sus representantes, además de
Faulkner, figuran: Ernest Hemingway,
Ezra
Pound, Steinbeck, F. Scott Fitzgerald y John
Dos Passos.
Procedían
de la clase media estadounidense
que veían en el arte el medio de
romper con
su clase conformista a través del liberalismo y
el
radicalismo. No seguían los modelos de los
escritores
estadounidenses anteriores y
esperaban reafirmarse con los
intelectuales
europeos. El hecho fue que encontraron una
Europa
enloquecida y los intelectuales —
también pertenecientes a la
clase media—
desmoralizados. Esto hizo que se entregaran
con
pasión a la acción política y a
experimentar sensaciones límite.
En
tanto generación literaria poseyeron una
común experiencia dada
por:
a)
Duda frente a los valores tradicionales de
USA. Pensamiento crítico
en la novela, el
teatro, la poesía. Cuestionamiento del
espíritu
emprendedor, el éxito, el culto al
dinero, el american way of
life.
b)
Intento de recuperar la fe en la experiencia
humana
(redescubrimiento de lo popular
americano, vuelta a los orígenes, a
lo
primitivo).
c)
Renovación de los medios expresivos
(aplicación del conocimiento
moderno al
análisis de la experiencia contemporánea).
La
caracterización global solo resulta aplicable
a los escritores del
Norte. En el Sur el
panorama es algo diferente: asistimos a una
especie de renacimiento, o bien al despertar
del Sur que permanecía
prácticamente
estancado desde los tiempos de la guerra de Secesión.
Faulkner pertenece
cronológicamente a la generación pero
culturalmente es más correcto situarlo en
relación con otros
escritores del Sur:
Sherwood Anderson, Katherine Anne Porter,
Robert Penn Warren, Carson Mc Cullers.
ALGUNAS
PARTICULARIDADES DE
FAULKNER
Faulkner
ofrece en sus relatos una
interpretación apasionada de las
complejidades de la mente del hombre del Sur
de los EEUU, sin caer
en el pintoresquismo ni
en el regionalismo. Demuestra que las
experiencias narrativas y las innovaciones de
Proust y Joyce no
constituyen un callejón sin
salida para la narrativa. También hará
una
narrativa de la memoria, intentará la
recuperación crítica
del pasado y aplicará el
monólogo interior para permitir la
exploración
de las complejidades del hombre.
Técnicamente
presenta algunas características
que podrían resumirse del
siguiente modo:
a)
Técnica caleidoscópica para producir el
asedio de una realidad que
se fragmenta y
se multiplica en los múltiples narradores.
b)
Anulación del narrador omnisciente.
c)
Ruptura de la línea temporal.
d)
Uso del monólogo interior.
e)
Aplicación de retardos y elipsis narrativos
(elude
u omite datos importantes).
f)
Comunicación de experiencias de modo
subjetivo.
g)
Interpolaciones, paréntesis (técnica del
puzzle).
h)
Técnica presentativo-ocultativa.
Los
rasgos anteriores determinan la
complejidad estilística de Faulkner
que se
suman
a la extraordinaria capacidad
fabuladora para presentar historias
que
intrigan
y sorprenden al lector, exigiéndole a
este una actividad
interpretativa permanente.
LA
OBRA DE FAULKNER y EL SUR
Presenta
una interpretación histórico-
fabuladora de su región natal desde
el siglo
XIX hasta mediados del XX. A partir de
Sartoris (1929)
descubre las posibilidades
para la narrativa de su mundo (el que
conocía
desde pequeño en los relatos de los mayores),
la
inagotabilidad del mismo y el recurso de
trascender lo real a través
de lo fabulado. Esto
le permitía una máxima libertad como
creador.
Dominado
por una minoría blanca y
conservadora, el Sur permanecía
impermeable
a los cambios con una estructura social de corte feudal
que resiste en los hechos a la
aplicación del abolicionismo. Era
fundamentalmente una sociedad agrícola que
resiste el influjo
creciente de la
industrialización (que proviene del Norte). Se
haya detenida en el recuerdo de la guerra civil
con sus rencores y
remordimientos; a esto se
suma su bajo nivel económico y cultural.
La
región se caracteriza por ser una zona cálida y
húmeda con
una mayoría de población negra
descendientes de esclavos; las
opulentas
familias del pasado están arruinadas o en
decadencia; la
tierra agotada, el clima social
reboza de amargura, rencor, falso
orgullo y
frustración. Se vive en el culto del pasado. Por
estos
motivos, el Sur desarrolla una actitud
cerrada y apasionada (con una
moral de
gheto).
Faulkner
recrea ese mundo mediante la
paciente elaboración de un universo
centrado
en el mítico condado de Yoknapatawpha, cuya
capital
(mítica también) será Jefferson y que
se encuentra en el Estado
de Mississipi. El
nombre Yoknapatawpha proviene de la fusión
de
dos vocablos en la lengua chickasaw que
significan tierra dividida.
Presenta
como mundo cerrado y ficcional las
siguientes características
generales:
a)
Se da una tragedia social en el plano
colectivo (enfrentamiento
entre la cultura
blanca y negra).
b)
Unido a lo anterior, expresa una tragedia
moral: un pasado que
pretende eternizarse
en el presente.
c)
Presenta conflicto de sentimientos (lo
individual y lo familiar; lo
intelectual y lo
natural; el instinto y el pecado).
d)
Su universo ficticio se constituye en un
microcosmos a la vez mítico
y real. Faulkner
lo creó, lo pobló, le dio una historia y hasta
elaboró un mapa del lugar (aparece
publicado al final de Absalom,
Absalom
(1936)
donde humorísticamente se señala:
Propiedad de W. Faulkner).
e)
Ese espacio mítico funciona como
antecedente del Macondo, de
García
Márquez; de Santa María, de Onetti; de
Comala, de Rulfo.
Faulkner
trabaja sus historias en una escala de
proporciones épicas
(Sartoris, por ejemplo),
hundiéndose en lo mítico. Su tema es
casi
siempre la decadencia, que se muestra a
través de las
conductas humanas en que
dominan la apatía, la debilidad, la vileza
y la
locura. La decadencia social arrastra siempre
una decadencia
moral. El drama de los
individuos se proyecta siempre en una escala
más amplia donde el problema del Sur tiene el
peso y el significado
de una grandiosa
tragedia
histórica y social mientras
concluye la aristocracia terrateniente
y surge
una nueva oligarquía comercial. En el medio,
el Sur se
deshace en actos de vicio y muerte:
es la denominada fatalidad del
Sur.
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