BARROCO
EL BARROCO:
A fines del siglo XVI, los artistas
reaccionan contra el modelo de belleza renacentista, que ya no sirve para
reflejar una sociedad en crisis económica, moral y política. Surge en Italia
una nueva concepción del arte: EL BARROCO, estilo artístico que intenta
reflejar, mediante formas complejas y elaboradas, el dolor de la existencia
humana.
SITUACIÓN HISTÓRICA Y SOCIAL:
El panorama político del siglo XVII se
caracteriza por la centralización de poderes en el rey (el absolutismo
monárquico) y por la aparición de la figura del valido (persona de confianza
del soberano, que tiene acceso al gobierno del país: el duque de Lerma, el
conde-duque de Olivares…)
El CLERO ve aumentar el número de
eclesiásticos que, sin vocación, encuentran en la Iglesia un medio de
asegurarse el sustento y enriquecerse. Como los nobles, esta clase está exenta
de impuestos.
El PUEBLO es el que sufre más intensamente
las consecuencias de la crisis. Poco a poco abandona los núcleos rurales y se
instala en las ciudades, donde espera hallar una vida menos incierta.
Debido a la migración, las ciudades se ven
inundadas de vagabundos y mendigos que suscitan, a la vez, la caridad y el
recelo de los ciudadanos.
Todo ello contribuye a la creación de un
clima de desmoralización y fomenta una actitud materialista.
SITUACIÓN
CULTURAL
El Barroco
supuso un profundo cambio respecto al pensamiento renacentista.
RENACIMIENTO:
- Visión
optimista de la vida
- Disfrute
de la vida.
- La
muerte no es el fin del ser humano. Su recuerdo perdura.
- Época
de intenso idealismo.
BARROCO:
- Visión
pesimista de la vida, está llena de falsas ilusiones.
- La
muerte es el paso previo para llegar a la verdadera felicidad.
- Época
de intenso realismo.
En la RELIGIÓN , el siglo XVII fue en general una época
de esplendor para la iglesia. Se aplica la REFORMA CATÓLICA o
CONTRARREFORMA, que defiende la doctrina de la fe católica reforzando la
disciplina y la autoridad del PAPA y fomentando la formación del clero en los
seminarios.
En el ARTE se destaca el exceso de elementos
ornamentales, el gusto por las composiciones recargadas y la transmisión de una
belleza que rompe con la serenidad y el equilibrio del Renacimiento. El arte
será el exponente de los deseos de esplendor de los reinados absolutistas.
El siglo XVII junto con el XVI, constituye el
período literario denominado SIGLOS DE ORO.
Es la época de mayor esplendor de la
literatura castellana. La crisis política y económica que asoló al país durante
el siglo XVII ocasionó una profunda transformación en la sociedad: si el
Renacimiento puede considerarse un tiempo de progreso, seguridad y optimismo,
el Barroco, por el contrario, es un período de crisis, dudas y angustias en
todos los órdenes de la vida y el pensamiento.
PRI NCIPIOS ESTÉTICOS DEL BARROCO:
Los autores de esta corriente literaria
tienen gran interés por el ASOMBRAR LA INTELIGENCIA Y
LOS SENTIDOS del lector. De ahí que decidan romper con el equilibrio y la
armonía del Renacimiento y tracen unos nuevos principios estilísticos, basados
en el juego de conceptos.
Suelen distinguirse dos tendencias literarias
dominantes en este período: el CULTERANISMO: utilizan una gran cantidad de
elementos decorativos (cultismos, hipérbatos, metáforas, adjetivos) en sus
composiciones para causar admiración a través de la belleza formal del texto y
el CONCEPTISMO: se preocupan más del contenido, del fondo, que de la belleza
formal del texto. A través de un lenguaje conciso, con pocas palabras,
pretenden expresar pensamientos que llamen la atención del lector por su
agudeza y a la vez sean motivo de reflexión.
LOS TEMAS:
Los temas y los tópicos utilizados recrean el
pesimismo y la desconcertante visión del mundo y de la vida. Los más frecuentes
son:
·
Las
vanidades de la vida, mediante este tema los autores expresan sus críticas y su
ironía más despiadada mediante la presentación de las vanidades del mundo y el
afán mostrado por alcanzar bienes materiales y poder.
·
La
fugacidad y la inconsistencia de la vida. Se resalta lo engañoso y efímero del
devenir humano, y se insiste en la pronta llegada de la muerte. Algunas veces
la vida se presenta como un sueño o como una representación teatral.
·
La
lucha por la existencia. La miseria y la pobreza son una constante en la vida
del ser humano y se busca un estilo de vida que permita salir de estas
dificultades.
TEATRO ESPAÑOL DEL SIGLO DE ORO.
Aunque la riqueza de piezas teatrales
escritas y representadas durante el siglo XVII ofrece una indiscutible
diversidad, sí se puede también establecer un modelo de obra dramática, con una
serie de características comunes, practicadas por los dramaturgos de la época.
Estas notas distintivas serían:
1-
Las
fuentes: el Romancero, la propia historia española y también la extranjera, los
libros de caballerías, los asuntos religiosos extraídos especialmente de la Biblia , obras literarias
anteriores, el refranero y, en fin, acontecimientos coetáneos a los escritores
y que llevan a los escenarios con frecuencia.
2-
Los
temas: los más frecuentes son el amor, el honor, la fe y el orden social (Lope
afirma en “El arte nuevo de hacer comedias”: “los casos de honra son
mejores/porque mueven con fuerza a tanta gente”).
3-
La
creación de personajes: existen, en la comedia de este siglo, unos personajes
que, por repetirse a lo largo de cientos de obras, se convierten en
personajes-tipo, con individualidad propia pero también con caracteres comunes.
Ellos son: el galán, la dama, el rey, el poderoso (noble, generalmente), el
caballero (padre, esposo, hermano), el villano (limpio de sangre y orgulloso en
su rincón aldeano) y, claro está, el gracioso y la criada.
4-
El
lenguaje: se usa un lenguaje henchido de poesía que se dirige no sólo a la
inteligencia sino también a la sensibilidad.
5-
La
estructura: tres actos, denominados jornadas; cada uno de ellos posee
aproximadamente mil versos (generalmente octosílabos y endecasílabos). Las
estrofas más utilizadas son el soneto, el romance, la redondilla, el terceto,
la quintilla, etc.
EL LUGAR.
Durante el siglo XVII, las
representaciones se hacían, fundamentalmente, en los denominados corrales de comedias, creados en el
último tercio del XVI y que fueron los locales estables para este tipo de
actividades.
Los corrales madrileños, por ejemplo,
fueron fundados entre 1574 y 1583; alrededor de estas fechas nacieron otros en
Valladolid, Toledo, Granada, Barcelona, etc. Estos locales estaban situados en
los patios posteriores o corrales de diferentes viviendas y su construcción era
muy rudimentaria, aunque con el correr del siglo fueron evolucionando, hasta
obtener ciertos niveles de comodidad, con diferentes entradas a las diferentes
localidades, ya que la división de hombres y mujeres, como también por el
origen social del público, estaba acentuadamente marcada. Estos espacios eran
abiertos, por lo que era frecuente la suspensión de las funciones a causa de la
lluvia. La escenografía, era muy sencilla: una simple cortina de fondo, indicaba
el lugar del desarrollo de la obra. Era la palabra del actor y, sobre todo, la
imaginación del espectador, las que trasladaban al auditorio al lugar donde
transcurría la obra.
Los corrales se estructuraban de la
siguiente manera:
1-Un vestuario, situado al fondo del corral y dividido en dos partes,
una para hombres y otra para mujeres.
2- Levantado sobre los
espectadores como mínimo un metro, se encontraba el escenario o tablado. Este escenario era
demasiado estrecho y sin la suficiente profundidad como para desarrollar
adecuadamente los movimientos que exigían las obras.
3-El patio era
la zona más amplia del corral y en él se sentaban exclusivamente los hombres
sobre unos bancos dispuestos en el mismo. Detrás y de pie, se situaban los
“mosqueteros”, espectadores temidos por los autores, por las actitudes que
tenían habitualmente. En algunos corrales, había unas gradas de madera
colocadas a los costados del escenario.
4-Lo que llamamos entresuelo en los
locales modernos, era en los corrales la cazuela,
destinada a las mujeres. Por ser un espacio reducido, había un hombre que, para
hacerlas caber, las apretaba unas contra otras. Obviamente se lo llamaba “el
apretador”.Más adelante se creó otro espacio para ellas, cerca del tejado (la
cazuela alta).
5-Los aposentos eran en realidad las ventanas o balcones de
las casas reservados para los
espectadores de mayor condición social y económica. Los viajeros italianos los
llamaron “palchatti”.
6- A la
entrada del corral, y a veces al lado de la cazuela, había unos apartados
reservados a la venta de bebidas, frutos secos, etc. El vendedor recibía el
nombre de “alojero”, ya que el aloje (bebida compuesta de agua, miel y
especias), era lo que gustaba al público de la época.
Los espectáculos teatrales tenían
lugar en ciertas épocas del año y en días determinados.
La representación se realizaba a la
luz del día, comenzando a las dos o tres de la tarde y su duración era de dos a
tres horas. En ese tiempo se ponía en escena una comedia, pero también se
representaban obras “menores” (entremeses, bailes y mojigangas), en los
entreactos de esa comedia.
LOPE DE VEGA Y EL TEATRO ESPAÑOL.
Lope de Vega nace en Madrid, el 25 de
noviembre de 1562 y muere el 26 de agosto de 1635.La fuga de su hogar en la adolescencia,
es el puntapié inicial para una vida llena de amores, algo de guerra, un poco
de prisión, ocho años de destierro, y hasta un pasaje por la iglesia como
presbítero. Sin embargo, aunque su propia vida sea material suficiente para una
novela, lo más notable de Lope es su creación literaria. Si bien incursionó en
el ámbito de la lírica y con un
excelente nivel, lo fundamental de este autor se encuentra en el género
dramático por las innovaciones tanto
técnicas como temáticas que realizó en este terreno. Se publicaron veinticinco
tomos de la producción dramática de Lope. Tratan temas nacionales y
extranjeros, históricos y legendarios, contemporáneos y antiguos, populares y
cultos. Se inspiran en crónicas, leyendas, romances, la historia clásica, la
vida de santos, las tradiciones populares, la literatura italiana y los
episodios más triviales.
Pero la importancia de esta vasta
producción reside en que su creador fijó, con ella, los caracteres del teatro
nacional español. Según Alfonso Reyes, “la comedia española existía ya como
dispersa y en tipos aproximados cuando Lope apareció en escena. Él apretó
aquella masa tembladora e informe y, reduciéndola a las grandes líneas de la
necesidad, le impuso su marca de oro.”
Lope acerca los temas al espectador
español, los “nacionaliza”. Cuando trata asuntos conocidos por el público,
centra el interés en el modo en que la acción se desarrolla, más que en el
argumento mismo. Le preocupa sobremanera la acción en el escenario, más allá de los artificios cultistas, le
interesa un verso llano que le permita una comunicación directa con el público
que sigue la acción.
El teatro de Lope rompe totalmente con
la preceptiva clasicista que el Renacimiento había resucitado. El teatro
clásico se rige por normas rígidas, establecidas por Aristóteles en su libro
“La poética”; Lope, en cambio sugiere en el suyo (“El arte nuevo de hacer
comedias”), la importancia de la libertad y la naturalidad en el proceso de
creación de la obra dramática. Otra innovación importante es que se instaura la TRAGICOMEDIA borrando
así la clásica distinción tragedia-comedia porque, según él, en el teatro “se
copia la vida”. Este nuevo género permite
la convivencia en el escenario de personajes de distintas clases
sociales mientras que el teatro tradicional reservaba la tragedia para los
nobles, y la comedia para los plebeyos.
Lope destruye además, el principio
aristotélico de las tres unidades: acción, espacio y tiempo. El mismo suponía
que la obra debía tratar un solo tema, en un solo lugar y que no durara más de
un día. Lope mantiene la unidad de acción sin atenerse a las otras dos.
En cuanto al lenguaje, el clasicismo
utilizaba el mismo para todos los personajes sin diferenciarlos; en “El arte
nuevo de hacer comedias” se hace referencia a la necesidad del uso de un
lenguaje realista: “Si hablare el rey, imite cuanto pueda la gravedad real; si
el viejo hablare, procure una modestia sentenciosa; describa a los amantes con
afecto…”, etc.
Finalmente reduce a tres actos las
representaciones que antes se dividían en cinco, lo que contribuye a mantener
el interés del público “primera necesidad de una obra de teatro” según Ezra
Pound porque “si no tiene éxito en esto, puede ser la obra de un genio, puede
contener una serie de cosas excelentes, pero no será una buena obra de teatro”.
Técnicamente Lope varía los metros y
las estrofas y presenta en el escenario todos los sucesos posibles.
Respecto al tema de sus obras, rigen
siempre dos ideas principales: la
MONÁRQUICA , el rey por encima de todo y de todos en la
tierra, y la RELIGIOSA ,
la del catolicismo por sobre las otras religiones, unión del pueblo y causa de
su lucha.
ENSEÑA
CÓMO TODAS LAS COSAS AVISAN DE LA
MUERTE.
Miré los muros de la patria mía,
Si un tiempo fuertes ya desmoronados,
De la carrera de la edad cansados,
Por quien caduca ya su valentía.
Salíme al campo, vi que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados;
y del monte quejosos los ganados,
que con sombras hurtó su luz al día.
Entré en mi casa: vi que amancillada
De anciana habitación era despojos;
Mi báculo más corvo y menos fuerte.
Vencida de la edad sentí mi espada,
Y no hallé cosa en qué poner los ojos
Que no fuese recuerdo de la muerte. FRANCISCO DE QUEVEDO
(ESPAÑOL)
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